Dictadura
No se agota en la lista de torturados, asesinados y desaparecidos la denuncia de los crímenes de una dictadura. La máquina te amaestra para el egoísmo y la mentira. La solidaridad es un delito. Para salvarte, enseña la máquina, tenés que hacerte hipócrita y jodedor. Quien esta noche te besa, mañana te venderá. Cada gauchada genera una venganza. Si decís lo que pensás, te revientan ; y nadie merece el riesgo. […] Sin una gota de sangre, sin una lágrima siquiera, se ejecuta la cotidiana matanza de lo mejor que cada uno tiene dentro de sí. Victoria de la máquina : la gente tiene miedo de hablar y de mirarse. Que nadie se encuentre con nadie. Cuando alguien te mira y te sostiene la mirada, pensás : « Me va a poder ». El gerente dice al empleado, que era su amigo : -Te tuve que denunciar. Pidieron las listas. Había que dar algún nombre. Perdoname, si podés. De cada treinta uruguayos, uno tiene la función de vigilar, perseguir y castigar a los demás o hay un trabajo fuera de los cuarteles y las comisarías, y en todo caso, para conservar el empleo es imprescindible el certificado de fe democrática que extiende la policía. Se exige a los estudiantes que denuncien a sus compañeros, se exhorta a los niños a denunciar a sus maestros. En la Argentina, la televisión pregunta : « Sabe usted lo que está haciendo su hijo en este momento ? » Por qué no figura en la crónica roja el asesinato del alma por envenenamiento ?
Días y noches de amor y de guerra , Eduardo Galeano ,