El tunel
Castel se ve diferente de los demás, con otros ideas y otros pensamientos. Algunas veces, en el texto, podemos entender que se cree superior de los demás, no quiere confundirse con los demás, más precisamente con los grupos (p.67) o los críticos (p.70).
Por este razón, siempre ha estado solo, solitario.
Castel se representa su vida cómo un largo ‘’túnel, oscuro y solitario’’ (p.160). No hay nadie en este túnel, exepto Castel. Vive en su proprio mundo, en sus proprios pensamientos, como podemos ver en el capítulo XXVII, dónde María se confia a Castel pero él no escucha, piensa en algo más. No puede salir de este mundo que se ha creado, este mundo de soledad.
En el capítulo XXXVI, nos describe cómo ha creido que María también vivía en un túnel semejante a él de Castel. Y que vía en ella la posibilidad de encontrar a un ser semejante, un ser que entiende su pintura, su obra, un ser con los mismos pensamientos. Un ser que podría ‘’entrar’’ en su túnel. Pero al final, se da cuenta que María no ‘’vive’’ en un túnel, como él, pero ‘’pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles’’ (p.160) Y a este tiempo siente cómo está más solo de lo que pensaba.
Cúando ve a María por la primera vez, enfrente a este cuadro de la maternidad, Castel ve en ella la posibilidad de romper su túnel, de romper esta soledad que se había creado durante su infancia, su juventud, durante toda su vida (p.160). Ve en María la unica persona que nunca había entendido su obra. Por este razón, espera, cree que María es cómo él: caminando en un túnel oscuro, esperando por un encuentro con algo de semejante.
Y cuando, al final, se da cuenta que no, que María no es cómo su mismo, que no ‘’vive’’ en un túnel oscuro lejos de todos los demás, Castel ‘’sentía que {su} destino era infintamente más solitario que lo que había imaginado.’’