El cuento

Érase una vez en Turumbuntu, un pueblo de simios, se creo la “asociación de simios espaciales” cuyas siglas son ASE. En esta asociación se examina todos los fenómenos que ocurren en el espacio. Los científicos eran simios y el sueno de todos ellos era poder viajar al espacio. Tenían varios problemas que les impedía hacer eso. El primero era que con la nave especial que tenían iban a contaminar mucho con la gasolina, lo cual iba contra las políticas de las asociacion, y el Segundo problema era que no sabian quien iba a tener el privielegio y al mismo tiempo el riesgo de subir al espacio sin saber si volveria al pueblo otra vez.
Propusieron hacer un concurso para saber quien podria encontrar el liquido que haria funcionar la nave sin contaminar la atmosfera. Desde ese dia todos los cientificos de Turumbuntu empezaron a buscar el famoso liquido que podria hacer funcionar la nave. Al cabo de un mes llego un simio con un jugo de maracuya. Cuando vieron eso, todo el mundo se rio de el y no le creían puesto que todos se imaginaban algo mucho mas complicado o avanzado.
Todos los otros simios llegaron a entregar sus proyectos y ese mismo dia empezaron a ensayarlos. Uno a uno fue pasando cada cientifico y no lograban encender la nave espacial. Cada hora que pasaba eran las esperanzas que se iban poco a poco. Al final de la jornada ya no quedaba sino la esperanza del jugo de maracuya. Asi que asi no les gustara porque creian que la nave espacial se danaria por meterle jugo en el motor, tuvieron que inyectarle el jugo a ver que pasaba. Cuando iban a oprimir el boton de encendido todo el mundo estaba a la expectativa… Y POR FIN !
La nave se encendio normalmente. El simio llamado “Meno” quedo como un heroe. Todo el mundo le tenia respeto a partir de ese momento.
Después de 150 proyectos ensayados por fin habian logrado encender la nave con una esencia diferente que no fuera gasolina.

Esa noche en el pueblo se realizo un banquete para todos los simios y a