La semántica del color
La importancia del “buen tono de piel”
Dentro del tema de la semántica del color que hemos tratado en las últimas clases, a continuación trataré las connotaciones que pueda tener el bronceado de nuestra piel o la ausencia del mismo y el mensaje que transmitimos con ello a nuestro entorno.
Actualmente, nos encontramos bombardeados con anuncios de autobronceadores, solarios y maquillajes con efecto bronceador; pocos son los modelos, presentadores de televisión o incluso políticos que se atrevan lucir un tono de piel normal. Para aquellos entre nosotros que no toman el sol en verano o simplemente son más pálidas les resultará familiar los comentarios acerca la supuesta falta de color de nuestra piel, de la que automáticamente se deduce que no estamos disfrutando del buen tiempo, que nos pasamos el día trabajando delante del ordenador, que estamos enfermos y/o poco atractivos. La importancia del bronceado es tanta que trasciende el verano, época en la que se consigue normalmente como efecto secundario de pasar más tiempo al aire libre. Lucir la piel varios tonos más oscuros que el tono natural es una especie de condición para lucir bien en fiestas y bodas y para muchos, para ser considerado una persona atractiva , dinámica y concierne tanto a hombres como a mujeres.
Incluso puede darnos un cierto estatus, ya que implica que disponemos de suficiente dinero para irnos de viaje (sobre todo en invierno) y que practicamos deportes al aire libre (sobre todo esquiar, la navegación a vela o golf). Es interesante que sobre todo en los países nórdicos, donde no abunda el sol, es sobre todo importante el estatus social que puede conferirnos el bronceado. En una encuesta conducida en el año 2000 se descubrió que casi un 50% de los británicos que iban de vacaciones al extranjero consideraban que volver a casa con un buen bronceado era la razón número uno para viajar.
Resulta también interesante cómo se refleja esta actitud en el