D. Ascéticos y místicos

Existe una diferencia fundamental entre ascetismo y misticismo. La ascesis es un ejercicio de práctica de las virtudes para alcanzar a Dios, accesible a todos los cristianos. La mística está reservada a unos pocos. Es una experiencia de encuentro con Dios por una elevación progresiva en tres etapas o vías: la vía purgativa (etapa de ascesis, es decir de purificación), la vía iluminativa (abandono de la inteligencia, la memoria y la voluntad a Dios), y la vía unitiva (éxtasis, unión del alma con Dios). El erasmismo, que huía de los ritos y preconizaba un abandono del alma a la acción divina, abrió la vía al misticismo español.

Los principales autores místicos españoles fueron Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León.

1. Santa Teresa de Ávila (1515-1582)

Entró en el Carmen de Ávila en 1535 con el nombre de Teresa de Jesús. Emprendió una gran reforma de la orden carmelita, fundando nuevos conventos y escribiendo libros de consejos a las religiosas. Su reforma buscaba un mayor rigor en la vida religiosa: enclaustramiento, abstinencia de carne, ayuno, pobreza.

Su obra literaria se compone esencialmente de cuatro libros en prosa, editados después de su muerte por su amigo y admirador Fray Luis de León. Aunque autodidacta, Santa Teresa tuvo una gran influencia en la prosa del siglo XVI porque se salía de las normas clásicas de su época. Su prosa representa la lengua hablada de Castilla, espontánea, llena de emoción y de fervor.

· El libro de su vida: cuenta las fases de su experiencia mística y sus malas relaciones con las autoridades eclesiásticas. Santa Teresa describe el éxtasis y las apariciones de Cristo y sus ángeles o del demonio de la que fue testigo.

· El libro de las fundaciones: relata con sentido del humor las primeras fundaciones de nuevos conventos y las relaciones con la jerarquía eclesiástica.

· Camino de perfección: es un tratado de ascetismo que indica a las monjas cómo