Citoyen à la clientèle
César Giraldo[1]
Esap, Bogotá, noviembre 2007
INTRODUCCIÓN
Ciudadanía es un concepto debe ser redefinido. La ciudadanía hace referencia a la relación entre los individuos que habitan un país y el Estado que ejerce la soberanía sobre dicho país. Esa relación implica derechos y obligaciones. El deber del ciudadano (su deuda con el Estado) consiste en respetar la autoridad política, cumplir la ley y pagar los impuestos. A cambio el ciudadano tiene derechos de naturaleza civil, política y social. Los derechos sociales son entonces deudas del Estado con el ciudadano. Esta es una de las dos ideas centrales del trabajo. La otra idea central es que dicho principio hoy en día está en entredicho en la medida en que la provisión de los bienes sociales, que es la forma en que se concretan tales derechos, es realizada por agentes privados, bajo la modalidad de bienes y servicios mercantiles. Los derechos sociales hoy día son derechos de mercado, derechos contractuales, y el ciudadano se ha convertido en un cliente que debe comprar los bienes y servicios que materializan tales derechos. En el caso que no pueda comprarlos por su condición económica, recibirá del Estado unos mínimos a través de políticas asistencialistas.
VISIÓN LIBERAL
+ Ciud contemporánea concepto liberal Cuando se aborda el tema de la ciudadanía en la actualidad se toma como referente la visión liberal: la igualdad frente a la ley. Esa es una visión particular del tema, aunque es la visión ampliamente dominante. La igualdad frente a la ley no supone la igualdad en lo material, es decir en lo económico y en lo social. La igualdad frente a la ley en la Europa a finales del siglo XVIII, más precisamente con la revolución francesa, implicó una emancipación política, en el sentido que el individuo dejó de tener derechos en función de sus privilegios o su status en la sociedad