NECESIDAD DE LA FILOSOFIA EN UN MUNDO GLOBALIZADO (*) Fernando Savater _______________________________________________________ Señor Presidente, señoras, señores, queridos amigos: En primer lugar, por supuesto, quiero agradecer el honor y la alegría de poder compartir con ustedes esta tarde. Un honor y una alegría que se tornan mayores si se repara en que inauguro lo que estoy seguro va a ser una serie de intervenciones a cargo de personas seguramente más importantes que yo. A mí me parece una iniciativa excelente, y en sí misma pedagógica, esta de que el espacio público por excelencia del gobierno de la Nación sea a la vez un lugar abierto a los ciudadanos no sólo en condición de turistas, sino en relación también con sus deseos de conocimiento y de acceso al arte y la cultura. Me parece a mí que esa es una buena forma de hacer política y de hacer democracia. De modo que para mí es una enorme satisfacción inaugurar este programa de conferencias, que espero resulten muy provechosas. Yo debo hablar de filosofía y ayer, en uno de los encuentros que tuve aquí en Santiago, un grupo de profesores de filosofía me pedía que le dijera al Presidente que nos los abandonara, y yo les respondí que vengo de tener muchos jaleos en España, de manera que no quiero llegar aquí a buscarme nuevos problemas. Bueno, yo comprendo la zozobra de esos profesores de filosofía, porque, efectivamente, también en España y en otros lugares, en todo un mundo movido por la prisa y por la necesidad de rendimientos a corto plazo, la enseñanza de la filosofía parece desplazada. La educación se dirige cada vez más a lo que vamos a hacer y la filosofía se pregunta más bien por lo que somos. Entonces, las preguntas de la filosofía no tienen una relación inmediata con nuestra actividad, sino con nuestro ser, con lo que somos. Hay una tendencia a creer que lo importante es la rentabilidad de nuestros esfuerzos y no que nos remansemos en la pregunta acerca de quienes somos. Sin embargo, yo creo que en