La parabole du "bon berger"
Seminario Teológico de Puerto Rico
Teological Issues in ministry
Rev. Daniel Wetzel
La parábola del Buen Pastor
Juan 10:1-18
La bella alegoría del Buen Pastor es el objeto de nuestro estudio. Aquí desarrollaremos los conceptos teológicos clave y su aplicación directa al ministerio. Veremos como Jesús explica su ministerio de pastor a través de esta parábola. A pesar de que el personaje del pastor de ovejas es uno con el que ya no estamos tan familiarizados, su oficio nos ayuda sorprendentemente a entender el ministerio pastoral hoy día.
La alegoría del Buen Pastor comprende los primeros dieciocho versículos del capitulo diez del evangelio de Juan. En los primeros cinco versículos Jesús expone de manera general, la alegoría. Y debido a que su audiencia no entendía “el sentido de sus palabras”, los versículos del siete en adelante explican el significado de la misma. Primeramente quisiéramos analizar el concepto de la puerta y luego el del personaje del buen pastor propiamente. Con respecto a estos conceptos, León Morris explica que Jesús se aplica las palabras que acaba de pronunciar en los versículos 1-5[1]. El declara “Yo soy la puerta” (vv. 7 y 9) y “Yo soy el buen pastor” (vv. 11 y 14). Aunque, como Morris explica, ambos tienen que ver con la salvación, para propósitos de aplicación directa al ministerio pastoral, veamos cada uno por separado.
LA PUERTA
Según se deja claro en los primeros versículos de este texto, sólo el Pastor entra por la puerta. Así la puerta es el medio genuino y único para entrar al redil. Cuando en los versículos posteriores, Jesús declara “yo soy la puerta” se está atribuyendo el ser él mismo el único medio de acceso. ¿Acceso a qué? Primeramente al redil de las ovejas. Y segundo a la salvación.
Cuando en los versículos 7 y 8 Jesús dice ser la “puerta de las ovejas” presenta inmediatamente el personaje que no entra por la puerta, ese es el o los ladrón(es). Es interesante