¡Niiñoooos, a comeeeeer!

«Hola Cariño, ¿Qué tal te ha ido el día? Ya está la mesa puesta». Llega la ansiada hora de la comida y Mamá llama a todos para que vayan a sentarse a comer. «¡Gonzalo! ¡Deja el ordenador y ven de una vez que se va a enfriar la comida! Paula trae el agua y los picos por favor.» «¿No puede ir Pápa que estoy viendo esta serie?» «Yo llevo todo el día trabajando, además no vas a terminar de ver eso porque ya sabes que vamos a poner las noticias».

Al fin se sientan todos en la mesa y Mamá empieza a servir las judías verdes, lo que provoca una rápida reacción en ambos niños. «¡¿Verduras?!» Saben que se las van a tener que comer pero nunca se pierde la esperanza de que con una queja ese día se las perdonen. «Bueno pero echame poquitas».

Las tres, empiezan las noticias. Muertes y más muertes se suceden para deja pasar a un tema que aún quita más si cabe las ganas de comer, que es lo que en esos momentos nos atañe, la crisis. «¡Anda quita eso y pon otra cosa!» «Shh callad, dejadme escuchar». El paro ha aumentado, suben las hipotecas, cesan los créditos de los bancos...y Zapatero decide bajar el límite de velocidad a la 110 para ahorrar energía. «Pero este tonto! A ver si llegan las elecciones de una vez...» «Oye, nada de hablar de política en la mesa, pon alguna seríe o algo más entretenido».

Judía tras judía, van pasando del plato a la boca, mientras permanecen atentos a la caja tonta. «Deja esto, deja The Bing Bang Theory». «Pero si ese capítulo ya lo hemos visto mil veces». «Qué más da, comed de una vez, que ya debéis de tener las judías heladas» Paula las marea de un lado al otro del plato, como esperando a que desapareciesen por arte de magia. «Mami perdoname las que quedan anda...». «Venga que si te las comes todas de postre tengo una sorpresita». Un premio siempre alienta para acabar con esas verduras, que por más que te repitan una y otra vez que son necesarias para crecer, no terminan de gustar a casi ningún niño.

Como un