¡Cómo cansa descansar! 1

| |Hay todavía algunos españoles cándidos y optimistas que aprovechan las vacaciones para irse con su familia a un lugar plácido y |
| |tranquilo lejos de las atiborradas2 playas. |
| |- ¡Qué pasa contigo!, padre. Tío, ¿qué mal rollo3 es esto? No hay ni Dios aquí4. |
| |- Ya os lo había avisado: una casita en plena montaña, a veinte kilómetros del pueblo más cercano. A vuestra derecha, un río |
|5 |cristalino para bañarnos, a la izquierda, un bosque virgen, lleno de árboles y pájaros. Podéis nadar, pescar, hacer alpinismo, |
| |correr por el prado y respirar aire puro. ¿No es lo que queríais? |
| |- Tío, esto es demasiado. Pero ¿qué vamos a hacer aquí solos todo el día? Esto es campo-campo, como en las películas. A mí la |
| |verdad, es que me da pavor5, papá. |
| |- Maridito querido: ¿y para lavar la ropa? Que no he visto yo ninguna lavadora automática en la casa. |
|10 |- Aquí cada uno lava su ropa sucia en el río y la pone a secar al sol y ahora podéis perderos por ahí y fundiros con la |
| |naturaleza. |
| |Tres o cuatro días después, la familia está inválida y en estado de precoma; la señora (que no puede andar con tacón bajo) se |
| |hizo bolsa6 yendo al río con sandalias de tacón alto. La quinceañera cogió una ortiga en la mano pensando que era una planta de |
| |canabis; el hijo mayor se tiró al río sin saber si cubriría o no7; el padre consumado nadador8 de piscina, se lo lleva la |
|15 |corriente, encallando9