* Introducción:

Antes de empezar, es importante de recordar las definiciones claves de este tema.
La palabra “migración” se refiere a los movimientos de personas de un lugar a otro, implicando un cambio de residencia definitivo o temporal. Las migraciones pueden ser internas a un país, con los movimientos de población entre regiones, o pueden ser un fenómeno externo: en este caso, el país acogida personas extranjeras. Estos flujos migratorios son sobretodo debidos a la situación económica, política o social del lugar de origen.
Pues hay que distinguir “emigración” e “inmigración” según el punto de vista utilizado. El primo término define el hecho de marcharse de su país para ir a vivir en un otro, con la intención de quedarse durante algunos años o definitivamente. Al contrario por un país se habla de “inmigración” para designar el flujo de extranjeros que entran en el territorio.

I. La situación actual de Espana

1) Evolución del fenómeno
Primero, cabe estudiar los diferentes cifras dados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) respecto a la inmigración. Este organismo realiza censos cada año, lo que permite de situar la evolución de la situación demográfica de España y de darse cuenta de la proporción del fenómeno.

a. A nivel nacional
En primer lugar, se nota un crecimiento considerable de la población extranjera presentada en el territorio. Esta aumentación es regular en el tiempo pero cada vez más fuerte estos últimos anos. En efecto en 2005 el número de extranjeros sobrepasaba 3.5 millones sobre una población total de más de 44 millones (al primo de enero 2005), es decir más de 8% contra sólo 2% en los años 1990. En 2009, representaban no menos de 5.5 millones de la población que superaba los 46.6 millones de personas. Sin embargo, hay que subrayar que el organismo tiene cuenta únicamente de las personas empadronadas. Por supuesto, es muy difícil de evaluar el número real de sin papeles, sobre todo sabiendo que hay olas de