Estética de la danza en pantalla
Análisis a partir del filme BLUSH
Estética
Prof. Ciro PALACIOS
Sección 408
Jessica Fiorella WONG ARNAO
I. Introducción
Siempre se dice que lo que se lee no tiene la misma impresión que cuando se ve en pantalla. Lo mismo sucede con el arte de la danza.
Este arte es uno de los medios de expresión más antiguos del hombre, que nace de una necesidad del ser de querer hablar con el cuerpo, pues esa es la base de la humanidad, el dialogar, el comunicar y una de las maneras que encuentra el individuo de “sacar” sus emociones y sentimientos es a través del cuerpo.
Uno de los artes que más captan la mirada del espectador es el de la danza que empieza a desarrollarse a inicios del siglo XIX: la danza moderna, que con el paso del tiempo ha ido transformándose hasta llegar a convertirse en Danza Contemporánea, aquella danza que rompe con los esquemas clásicos del ballet para expresar con mayor libertad de movimiento y escapando a nuevas formas de mover el cuerpo que quiebran los ejes de posible rigidez en la danza clásica.
La estética de esta danza cambia totalmente a la estética del ballet que siempre lo consideramos como perfecto por sus líneas y posturas que se han establecido como reglas y normas de ese tipo de movimiento. Así en el contemporáneo, la estética se basa en lo dionisíaco de la expresión corporal en la que uno puede llegar a ver la esencia del artista, sus sentimientos más profundos, sus pasiones. Es como una mirada a su alma, pues, como estudiante y amante de la danza, al ver una obra o al danzar una, no se trata sólo de seguir una serie de pasos y secuencias que puedan no tener sentido para unos, sino que se trata de hacer que esos movimientos fluidos, entrecortados, rastreros, suspendidos, extendidos, suaves, fuertes, salvajes, delicados… se vean como gestualidades del ser, expresiones del cuerpo, como si de pronto el alma se volviera la envoltura de la piel y hablara a través del cuerpo.
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