La formacion de la europa contemporanea
Hasta mediados del siglo XVIII, la humanidad había realizado grandes adelantos: -demográficos y materiales; -culturales y científicos, Pero la fortaleza de estos cambios no había sido lo suficientemente sólida como para iniciar una etapa histórica nueva. Por el contrario, en muchos casos permanecieron bloqueados o sin capacidad de proyección hacia el futuro. Es el caso de las civilizaciones islámica o china, que entraron en vía muerta en el siglo XVI, pese a su equipamiento científico evidente Frente a ellas, occidente comenzó a adquirir ventaja hacia el siglo XVI, posición que se consolidó a partir del siglo XVIII. Fue entonces cuando empezó un proceso que conocemos como revolución industrial, que trastocó de forma decisiva y constante la vida de la humanidad. Un elemento central de esta mutación histórica fue la capacidad de aplicar el conocimiento científico al proceso productivo, bajo la forma de tecnología. En este capítulo contaremos ese proceso de mutación histórica, que habiendo comenzado a principios del siglo XVIII, conocemos como industrialización. Es la primera fase de una transformación que tendrá todavía mayor aceleración en el siglo XX. Pero lo que importa no es sólo la profundidad de los cambios sino su dirección. Y el cambio de orientación que se produjo aproximadamente hace un cuarto de milenio en Europa occidental y más en concreto en la isla mayor de las británicas. Desde mediados del siglo XVIII tiene lugar una transformación profunda de la estructura económica del mundo, que se halla asociada a la revolución industrial y a sus efectos más inmediatos sobre el aumento de la productividad, modificación y mejora, a largo plazo, de la calidad de vida y aplicación masiva de la tecnología al proceso de producción de bienes y mercancías. El paso de una sociedad rural y artesanal a una sociedad urbana, industrial y diversificada es un proceso complejo, localizado espacialmente y no falto de conflictos.