Sentirse extranjera
La 1ª parte, o sea el 1º párrafo, permite aclarar la situación inicial del relato. Nos enteramos de que, de niña, Isabel Allende vivía en casa de sus abuelos, en Chile, con su madre divorciada y casada de nuevo con el tío Ramón que trabajaba en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero, muy pronto, tuvo salir de Chile con su familia para seguir a Ramón enviado en misiones diplomáticas.
En la 2ª parte (6-26) la narradora nos confiesa las dificultades de vivir fuera de su país e incluso regresar a su país tras una ausencia tan larga. La 1ª frase ilustra cierto etnocentrismo de cualquier persona que nunca salió de su país : la impresión de que el mundo tiene el mismo idioma, los mismos pensamientos que sí mismo. Se nota en « Chile era el centro del universo » (7), « el resto de la humanidad tenía nuestro aspecto y hablabla castellano como primera lengua » (8-9).
Al llegar a un nuevo país, donde no conocía a nadie, le costaba acostumbrarse a las nuevas maneras de ser, de vestirse, de hablar, de vivir. No podía integrarse rápido porque no conocía el idioma ni la cultura del país en el que se encontraba. Lo que experimentó primero fue un sentimiento de rechazo, se nota en « rechazada » (13), porque se sentía diferente de los demás. Sufría