Construcción de la juventud

Las transformaciones de los procesos de modernización, se puede mencionar entre otros la separación de relaciones familiares y la esfera económica; la necesidad de ciertas competencias laborales para trabajar en el mercado laboral; la introducción de la enseñanza obligatoria; la lógica de la racionalización burocrática o el desarrollo de apoyo del Estado para los jóvenes.
La construcción de la juventud en la sociedad moderna se ve como un proceso de transición (desde una condición de « individuo no socializado » a una condición de « individuo completamente socializado ») estructurada por dos ejes: el escolar-profesional y el familiar-matrimonial. Los jóvenes van a adquirir los recursos que les permitirán ser reconocidos socialmente como seres autónomos y acceder así a la condición adulta.
La estructura de la construcción de la juventud está claramente diferenciada por varias desigualdades sociales. Hay que tener en cuenta que en el proceso de emancipación, todos los jóvenes parten de una situación social diferente, que depende de la clase social, el sexo, los factores territoriales o étnicos. Por eso existen muchas vías diferentes y no se puede hablar de un grupo juvenil homogéneo. No obstante, se puede ver una lógica de fondo a través de tres objetivos generales: un proceso de individualización, una cierta autonomizacíon de la familia de origen y la integración en la sociedad como ciudadano titular de derechos/deberes.
Para su emancipación, el futuro ciudadano necesita la responsabilidad que pasa a través la esfera privada (por la vida de pareja o el nacimiento de los hijos), y a través la esfera pública (por el trabajo, que hace posible la independencia y el acceso al consumo). Este fenómeno tiene lugar a través de un proceso de adquisición de los recursos y de los instrumentos para la individualización.
Por otra parte, hay una conexión entre la dimensión jurídico-material de la emancipación y la psicológico-social.