Corrigé d'un devoir d'espagnol type bac : sera feliz asi.
Será feliz así
La historia se desarrolla en España en los años 20.
El vitalismo de Pedro adquirió desde muy niño un ingenioso poder teatral. Utilizado en los momentos oportunos, le servía para seducir y le ayudaba a plantear los asuntos más difíciles de forma poco tormentosa. Acababa de cumplir trece años cuando se arrodilló un día delante de su padre y con voz muy sincera, muy convincente, confesó que no quería ir más a
5 la escuela. Te pido, por favor, que no me obligues a ir a la escuela. Si quieres, me matas, mátame, pero no me mandes a la escuela. El pedagogo Pedro González Cano no se asustó con la demanda de su hijo, mantuvo la calma, evitó las palabras de enfado o la memoria familiar de los muchachos campesinos que habían llegado a labrarse un porvenir1 gracias al estudio. El trabajo era, por supuesto, una forma muy digna de hacerse un hombre. No había que perder
10 los nervios, y mucho menos formar un escándalo.
– Si no estudias, Pedro, tienes que trabajar. En esta casa, todos trabajamos. Tu madre se ocupa de las tareas de la casa, yo doy mis clases, Manolo y Maruja estudian.
Dejó que su hijo meditara por unos días la decisión, y cuando reafirmó su voluntad de abandonar la escuela, fue en busca de un amigo que regentaba cerca de casa un taller de
15 automóviles. Explicó el problema que había surgido con Pedrito y le pidió trabajo para él.
Sabía lo que estaba haciendo, aún no renunciaba a la esperanza de que su hijo volviese a los libros, pero le parecía poco conveniente adoptar una solución autoritaria.
– No quiero que le pagues nada. Mándale los trabajos más sucios, más duros. Sólo me interesa que aprenda lo que significa trabajar, que valore bien2 lo que supone dejar la escuela.
20 El niño no se asustó del trabajo que le encargaron en el taller, ni se avergonzó de ponerse un mono3 y de mancharse las manos de grasa, mientras sus amigos seguían peleándose en el pupitre con las matemáticas o con los nombres de los reyes