Dewey
J. Dewey analiza el concepto de lo «verdadero en la práctica» en términos que se acercan a los requisitos de una investigación científica. Dewey llamó instrumentalismo a su manera de enfocar el pragmatismo: el conocimiento es un proceso de investigación, en el cual las ideas son los instrumentos. De las ideas no decimos propiamente que sean verdaderas o falsas en sí mismas, sino que los medios de que nos valemos para investigar cuáles de nuestras creencias sirven para resolver nuestros problemas son de índole variada; el término de la investigación no es la verdad o la certeza absoluta, sino una « afirmabilidad garantizada», esto es, un prudente juicio práctico que se apoya en el conjunto de afirmaciones que desarrolla metódicamente la empresa (comunidad) científica.
Como muchos pensadores americanos, inicialmente estuvo influenciado por el neohegelianismo, pero pronto desarrolló su pensamiento en contra del academicismo y de la filosofía tradicional, a la que acusaba de centrarse en una contemplación estática de la realidad. Para él, la tradición metafísica manifiesta su incapacidad de asumir la existencia de la irracionalidad y el desorden -que quedan relegados a meras apariencias- e intenta garantizar un único orden estable y fijo, una estabilidad y perfección del ser, que revela su carácter de filosofía del temor que sustituye el enfrentamiento real a los problemas por programas consoladores. Pensaba que incluso las filosofías evolucionistas del devenir, como las de Spencer o Bergson, por ejemplo, de las que se siente más cercano, seguían situando algo como inmutable, aunque este algo fuese el devenir mismo. Por ello, es necesario acabar con los ideales de consolación de estas filosofías, y radicalizar la concepción de una realidad constantemente cambiante y que se presenta bajo varias facetas distintas,