PROPOSITION DE COMMENTAIRE “¡Salud, profesor Gálvez!”, Luis Sepúlveda.
Introducción:
El 11 de septiembre de 1973 los militares chilenos encabezados por el general Augusto Pinochet hicieron un “sangriento golpe militar que terminó con la ejemplar democracia chilena”. El hijo del profesor Gálvez fue una de las víctimas del nuevo régimen. Fue detenido por los militares. Su padre, Carlos Gálvez, se dedicó a su búsqueda y al cabo de dos años, en 1979, acabó encontrándolo. Lo sacó de la cárcel y “lo envió a la República Federal Alemana”. Pero murió dos años después de su llegada a Europa. El profesor Gálvez se fue a Hamburgo, en 1981, “para asistir al funeral” de su único hijo. Tras asistir al funeral, don Carlos “emprendió el regreso a Chile”. Pero al llegar al aeropuerto de la capital chilena (Santiago de Chile) un funcionario le dijo con violencia que no podía entrar en el país. Le sospechaba de haberse dedicado en Europa a “actividades subversivas” y le prohibió volver a casa. Por eso tuvo que regresar a Alemania donde se quedó algunos años. Presentación de los 2 ejes del comentario.

Características de la dictadura chilena
El 11 de septiembre de 1973 fue un hito en la historia chilena. El golpe de estado del general Pinochet “terminó con la ejemplar democracia chilena”. Derrumbaron al presidente socialista democráticamente elegido en 1970, Salvador Allende. El gobierno norteamericano participó en el golpe (“atizaron con dólares el fuego de la infamia”) ya que no veía con buenos ojos la presencia de un dirigente socialista en un país del continente americano. Cabe recordar en efecto que en esos años de guerra fría la lucha contra el comunismo era el caballo de batalla de los estadounidenses. Éstos ayudaron pues al general Pinochet a instaurar una de las dictaduras más sangrientas para erradicar “el mal comunista” del continente. La dictadura instaurada por el mismo general “asesinó e hizo desaparecer a miles de mujeres, hombres y niños, golpeó, torturó y condenó