El Ramo de ojos azules
Este fragmento de novela fantástica escrito por Octavio Paz fue publicado en el libro español “Arenas movedizas” en 1949. Trata de dos personajes que son un agresor y su víctima. El agresor quería los ojos de su víctima.
Ahora voy a leer desde el titulo hasta la línea 10.
En primera parte vamos a ver la angustia, y por fin lo paradójico de la agresión.
I. La angustia ð Nace la angustia primero por el contexto. La escena de agresión tiene lugar de noche. ð Crece tanto más el miedo cuanto que el narrador no puede huirse a causa de la angustia que sentía cuando intentó correr y cuanto que no logra ver a su agresor, solo siente su presencia. ð El ritmo acelerado de las frases cortas ponen de relieve la respiración jadeante de la victima que apretó el paso así como el temor que experimentaba. Leyendo estas líneas es como si respiráramos como el narrador. ð Se intensifica la angustia al final del texto porque entraban en contacto físico los dos personajes. ð Se intensifica tanto más cuanto que se puso violente el agresor ya que lo leemos “con mano firme” y que luego nos enteramos de que le cogió por los cabellos al narrador. Podemos imaginar que se le aceleraron los latidos del corazón lo que explicaría las frases cortas tipo “No podía ver bien”. ð Bien comprendemos que tuvo miedo la victima ya que la llama del fosforo le quemaba las pestañas.
II. Lo paradójico de la agresión ð El agresor pareció loco porque dijo que quería ojos azules para hacer un ramito para su novia. ð Aunque era el agresor bajo y frágil, la víctima no intentó defenderse luchando sino dialogando con él. ð Se pone más duro el agresor ya que cambia de tono y le da órdenes a su víctima. Así, por ejemplo, le ordenó que no hiciera el remilgoso ð Le ordenó a su víctima que se arrodillara para que averiguara el color de sus ojos. ð Al final del texto, el agresor vio que la víctima no tenía los ojos azules sino amarillos. Pues, el agresor marchó y se disculpó.
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