El tango de buenos aires
En Argentina el tango está en todas partes y en ninguna parte. El viajero que desea aprovechar de una noche en un club de San Telmo mirando a una pareja de bailarines que reproducen en la penumbra el ritual original del tango, tendrá una desilusión. Al contrario, el que sabe ser atento a los ruidos de la ciudad, percibirá en el guirigay / jaleo urbano los sonidos cargantes (lancinant) del tango que se escapan de los taxis, de los bares y de las casas ; música omnipresente, querida a los argentinos, que revela en si misma el alma de la ciudad.
I_ 1- El origen
El tango nació al final del siglo XIX, al borde del Río de la Plata, en los barrios populares de la capital argentina, Buenos Aires. El tango parece haber encontrado sus origines en la Habanera hispano-cubano, vehiculado durante los frecuentes contactos mercantiles entre el puerto de la Habana en Cuba y él de Buenos Aires en Argentina.
El tango nació en las fiestas populares porteñas, y después fue rechazado por la sociedad establecida de la época, se instaló en los burdeles y en las academias de barrios bajos de Buenos Aires. En todo el mundo, “Bailar un tango” es sinónimo de seducción.
El tango es un arte complejo, construido desde la danza. El tango dejó casi de bailarse a partir de los años 60 en Buenos Aires. Pervivieron (survécurent) algunas milongas. Sin embargo, en los años 80 recibió un nuevo impulso gracias al éxito de espectáculos. Florecieron academias de por doquier (partout) y gente de todo el mundo comenzó a peregrinar en busca de lugares para bailarlo, especialmente Buenos Aires, promovida turisticamente como la capital del tango.
En Buenos Aires, ciertos barrios tienen una especial impronta tanguera, como El Abasto, San Telmo o La Boca.
2- Etimología
El origen etimológico de la palabra “tango” es controvertido. Varias etimologías fueron propuestas. En español, la palabra existe desde 1803, y significa “osselet”. El término parece provenir del