Céntralisme et féderalisme
Casi todos los tratadistas mexicanos sobre Teoría del Estado saben y explican bien que el federalismo responde al pensamiento liberal democrático y el centralismo se explica en función de las sociedades conservadoras y autocráticas.
vivimos un centralismo disfrazado de federalismo.
El Gobierno Federal se mantiene como un poder centralizador de recursos hacendarios, en vez de constituirse en un equitativo distribuidor de facultades jurídicas e ingresos fiscales para los Estados de la República: así los gobernadores de las entidades libres y soberanas dejarían de ser; -dijo el diputado Heriberto Jara en la tribuna del Congreso Constituyente de 1917-; como esos niños inocentes que esperan con ojos lastimeros y mano tendida a que “su papi” –en el caso el Presidente de la República-; tenga a bien darles el “domingo” semanal.
Las instancias de gobierno que fueron importantes para definir demarcaciones territoriales que habrían de dar paso a los estados de la Federación Mexicana fueron las intendencias y las diputaciones provinciales.
La segunda instancia de gobierno local, las diputaciones provinciales, fueron una de las más audaces reformas de la Constitución de Cádiz y entró en vigor en 1820, con el restablecimiento de la Constitución. Inicialmente se aprobaron seis diputaciones: México, Guadalajara, Monterrey, Mérida, Guanajuato y San Luis Potosí, pero después se crearon las de Puebla, Veracruz, Michoacán, Oaxaca y Querétaro.
El Constituyente de 1823-1824 El Plan de Casa Mata, proclamado en febrero de 1823 y que sirvió como bandera política del movimiento que