Hijo de la luna
Esta pieza es una canción de José María Cano, del grupo Mecano, compuesta en 1988. Como composición poética, se estructura formalmente en seis estrofas de unos ocho versos que con frecuencia tienen rima asonante, de las que la tercera es el estribillo. En cuanto al contenido, esta canción narra –en forma de nana- la leyenda de un pacto entre una mujer y la luna: la mujer pide un marido y la luna su primer hijo, lo que terminará en tragedia. El texto es presentado como una leyenda contada, como podemos ver por la invocación inicial “Tonto el que no entienda”, donde el narrador se dirige a un público ficticio, que es al mismo tiempo el público de la canción-historia. Después de la exhortación, el narrador nos advierte del carácter legendario de la pieza (“Cuenta una leyenda”), y cuenta el relato, aunque él mismo se dirige a la luna en el estribillo (líneas 6-22). La canción narra, pues, la leyenda de una mujer gitana que, pide un hombre a la luna, y ésta se lo concede a cambio de su futuro hijo. La mujer acepta así sacrificar (l. 13: “inmola”) para que ambas puedan escapar de la soledad. Desafortunadamente, el hijo nace albino, como la luna –ya que ésta es, por el pacto, su “madre”-, y el gitano piensa que es hijo de otro (“de un payo”), por lo que mata a su mujer y abandona al hijo. El final es propio de una leyenda: relaciona un fenómeno presente, habitual (en este caso las fases lunares) con la historia: la luna llena marca la alegría del niño y el cuarto menguante es una imagen de la cuna. El lenguaje del texto está marcado por su carácter oral y de leyenda; el vocabulario coloquial aparece en boca del narrador (“tonto, ”se hizo al monte”, “esté de buenas”) y, en estilo directo, del gitano: ”maldita su estampa”,
“engañao”, “fijo”. Asimismo, algunas palabras de la leyenda son exclusivamente literarias, como “conjuró”, “desposar”, “inmola”, “menguará”.
Este texto utiliza los temas típicos de la literatura de Andalucía,