Inmigracion en espana
La inmigración en España ha existo desde simpre, pero es desde de los 1990, un fenómeno de gran importancia demográfica y económica. España posee una historia larga de emigración hacia Europa y la América Latina. A partir de 1974, el efecto se invierte por primera vez: españoles de vuelta a España son más numerosos que los que se van de allí. En efecto, España ha pasado de ser un país emisor de emigrantes a ser receptor de un inteso flujo migratorio. A partir de 1973, con la crisis del petróleo, la emigración debe inmigración. España se hace entonces una destinación para los países europeos. La población extranjera se suele concentar en las zonas de mayor dinamismo económico del país, y por tanto con mayor necesidad de mano de obra. Así, las zonas de España con mayor proporción de inmigrantes comunitarios, muchos buscan el poder disfrutar de un clima más suave que el de sus países de origen; de esta manera, los residentes de la UE se suelen concentar en las costas de Levante, Andalucía, Baleares y Canarias. Hay que señalar que el 44.5% de todos los inmigrantes censados en España se reparten entre tan sólo tres provincias: Madrid, Barcelona, y Alicante. A partir de 1991, un procedimiento de regularización de los extranjeros lanzado en 1991 arrastró un crecimiento fuerte de la población extranjera en España, principalmente procedente de África del Norte (Marruecos, Argelia). Otro procedimiento de regularización lanzado en 2000 va a arrastrar también un crecimiento fuerte de la inmigración hacia España, procedente de África del Norte, de África Negra, de América Latina, de Europa del este y del Asia (China y Filipinas). Hoy, España cuenta más de 3 millones de extranjeros, que están por orden de importancia: marroquíes, anglaisn alemanes, portugueses, franceses, italianos, peruanos, dominicanos, chinos, neerlandeses, cubanos, americanos y philipins. Hay que contar paralelamente 1 millón de extranjeros en situación irregular, venidos de África