Erik Satie, compositor fancés, “gimnopedista” y “fonometrografo”

(Honfleur, 1866 - Paris, 1925)

Marie Muller

“Me llamo Erik Satie, como una persona común y corriente”

Con un toque de ironía cien por ciento escocés (como el de su madre), el humor de Satie llegaba a veces a calar los huesos. Un personaje fuera de lo común, “vestido de forma sombría, con el semblante pálido hasta la muerte y rodando los ojos en distintas direcciones como un camaleón, tenía sangre de sacristán y de bufón. Un sacristán raro o un bufón con problemas. (Roland Dorgèles, extracto de Bouquet de Boheme). Solitario buscando socializar, Satie frecuentó númerosos artistas a principios del siglo. Entre ellos se encontraban pioneros en la composición como Debussy, Ravel, Poulene, Milhaud, lospintores Picassoy Picabia, Diaghilev- elcoreógrafo de ballet ruso- y Cocteau, artista multidisciplinario.

“Nuestro principio comercial: De lo viejo hacer algo nuevo”

Siendo niño mostró una gran predisposición por la música y e hizo estudios de piano y de solfeo en el Conservatorio de Paris. No obstante, se da inmediatamente a conocer como un alumno rebelde. Ya al hacer sus primeras composiciones se deslinda de todo compromiso y convención y cuestiona las reglas académicas. En un mundo al cual él juzgaría “lleno de armonía”, infundirá osadamente un aliento de novedad. “Tres años después de la muerte de Wagner, en una época en la que Fauré, Franck, D’Indy y Saint-Saëns creaban numerosas sinfonías, orquestas y poemas sinfónicos, hacía falta algo de “agallas” para incluir diez acordes en el pentagrama, repetirlos cuatro veces e intitular esta creación “Ojivas”(extracto de Satie, Anne Rey Seuil).Ser inconforme y que no daba cabida a estereotipos, si no impacientaba a sus contemporáneos, parecía divertirlos.

“Erik o Esotérico”

En gran medida se ganaría la vida tocando piano en el Cabaret Du Chat Noir, donde Alphonse Allais lo ridicuiza con el sobrenombre “Erik o esotérico”. Después, en el