Linguistica
Juan Carlos Moreno señala cómo afecta la discriminación al estudio de las lenguas indígenas. Pone en paralelo distintos ejemplos de estudios y la interpretación que los lingüistas han dado a éstos, con una tendencia discriminatoria hacia las lenguas exóticas habladas por un número considerado de personas. Estas interpretaciones tienden a justificar el abuso y marginación que se les ha dado a las personas indígenas, instigando la desaparición de éstas lenguas. No es sorprendente que los prejuicios europeos creados hacia los indígenas, hayan tenido eco en la lingüística. Sin embargo, es una tendencia tan común que parece ser casi imperceptible, pues buena parte de los prejuicios sobre el lenguaje han sido alimentados, en todas partes, por todo el eurocentrismo que han invadido la actividad presuntamente objetiva de los científicos.
Los análisis superficiales de algunas lenguas indígenas han llevado a pensar que éstas se encuentran en un estado evolutivo inferior al nuestro. Se ha tenido un estudio hacia éstas lenguas manchado por los criterios del “mas evolucionado” que justifican ésta posición con evidencias lingüísticas imparciales: se ha creído que las lenguas exóticas tienen mayor apego al entorno físico que se manifiesta mediante clasificadores, sin embargo, otras lenguas no exóticas, como el español, por su parte, cuenta con otros clasificadores, con lo cual no se puede excluir una lengua u otra.
Se puede llegar a tomar como verdadero que las lenguas indígenas tienen mayor gesticulación, que las convierte en lenguas de menor “rango”, pero los estudios de nuestra lengua no utilizan los mismos criterios, y dejan a un lado la importancia de los gestos en ésta, con lo cual se están perdiendo distintas aéreas de estudio lingüístico. Y refleja nuestra incapacidad de reconocimiento de una otredad.
Es entonces cuando se puede señalar cómo la actividad “científica” y objetiva de los gramáticos se encuentra contaminada