Abuelo

oligarquía cristiana. Así, a alguno de los antepasados maternos de Cavafis lo encontramos como príncipe de Samos. Quizá fuera el afecto del poeta por su abuelo materno lo que le hiciera utilizar durante al­ gunos años la F de Fotiadis antepuesta a su apellido paterno, lo cierto es que el poeta abandonó esa práctica después de la muerte de su abuelo (en 1896) que, di­ cho sea de paso, no le dejó nada en su testamento. Poco después de la prematura muerte de su padre, en 1870, Cavafis y su familia se

Américo Zorrilla y Rodrigo Rojas mostraban indisimulado orgullo al referirse a sus muchachos verde olivo, entre los jóvenes cada día aumentaba la distancia con los viejos líderes. "No sabían que a sus espaldas los tratábamos de 'viejos huevones' y 'abuelos caducos'", señala un ex frentista formado en Europa Oriental y que llegó a Cuba en 1981. En los campos de batalla en Nicaragua los chilenos no sólo habían participado de una campaña victoriosa -que les abrió el entusiasmo por hacer lo mismo en

primera temporada de Ronaldinho, el partidazo que hiciste sacando balones hasta con la cara. Ahí fue tu debut en el campo rival que, por cierto se ganó 1-2 con un magistral pase del Gaúcho al maestro actual del mundo, don Xavi Hernández, donde tu abuelo madridista hubiera querido ver apoyándote a tí. Seguro que desde el cielo lo vivió. Tu señal partido a partido al cielo no pasa desapercibida para alguien que siempre ha tenido la ilusión La próxima pregunta ¿Qué línea debería reforzar más el

conquistadores Type et source : Narrativo J. M. Mendiluce La sonrisa de Ariadna Manuel : Juntos - Première p. 16 Nombre de lignes : 29 Thèmes :– Medio ambiente – América hoy - Turismo Cuba Antes de Castro Titre : Balada de los dos abuelos Type et source : Poema N. Guillén – West Indies Ltd. Manuel : Puerta del Sol - Première p. 96 Nombre de vers : 60 Thèmes : América Cuba (memoria del pasado) Titre : Sudor y látigo Type et source : Poema N. Guillén – El son entero

sobre la media del hombre. En los Comentaristas se encuentra de nuevo (3). (1) Eccl. roma., párr. I, cap. II. (2) de fac. san. eccl., ley final.; de usufruc., ley an usufructus. (3) quouis opor. ep., párr. quanta, colac. I. 90. Dexemos padres e abuelos, por nosotros seamos buenos.93 Explica el proverbio que a una persona no la hace grata e idonea a Dios la noble92. Ms. Salamanca: cien años de laS viejaS, nº 41: Antes de mill años todos seremos caluos (canos). (GlMendoza: = \ La muerte / a todos

buen jugador de fútbol. Verdadero. «En la escuela me decían ‘Borjita Ramos’ en honor a un goleador de la selección mexicana de fútbol…», (l. 17-18). c) El narrador le pidió a su padre que jugara con él al fútbol. Verdadero. «Una tarde, en casa de mi abuelo paterno, le pedí a papá que pateara el balón…», (l. 20-21). © Éditions Belin, 2012 216 ALGo mÁS d) El padre era un buen goleador. Falso. «Pero él no le dio al balón…», (l. 22). «Su zapato negro pasó a unos centímetros del balón fallando

buen jugador de fútbol. Verdadero. «En la escuela me decían ‘Borjita Ramos’ en honor a un goleador de la selección mexicana de fútbol…», (l. 17-18). c) El narrador le pidió a su padre que jugara con él al fútbol. Verdadero. «Una tarde, en casa de mi abuelo paterno, le pedí a papá que pateara el balón…», (l. 20-21). © Éditions Belin, 2012 216 ALGo mÁS d) El padre era un buen goleador. Falso. «Pero él no le dio al balón…», (l. 22). «Su zapato negro pasó a unos centímetros del balón fallando

buen jugador de fútbol. Verdadero. «En la escuela me decían ‘Borjita Ramos’ en honor a un goleador de la selección mexicana de fútbol…», (l. 17-18). c) El narrador le pidió a su padre que jugara con él al fútbol. Verdadero. «Una tarde, en casa de mi abuelo paterno, le pedí a papá que pateara el balón…», (l. 20-21). 216 algo mÁs d) El padre era un buen goleador. Falso. «Pero él no le dio al balón…», (l. 22). «Su zapato negro pasó a unos centímetros del balón fallando garrafalmente», (l. 2223). 6

crucifié). A propos de l’expression espagnole : « Parece que este modismo es tomado de una costumbre observada por las familias romanas distinguidas. Éstas solían ir colocando en el atrio de su casa los bustos o Michel Bénaben retratos de sus padres, abuelos y demás ascendientes, y como a proporción de su antigüedad iban adquiriendo un color más oscuro por efecto del humo y de la intemperie, esta circunstancia daba a aquellas gentes cierto tono aristocrático de que hacían alarde con alguna frecuencia