Silla

del muchacho, suavemente alentadoras14 y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo15 colocado sobre el respaldo16 de una silla y una bandeja de comida intacta. Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan17 de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. Rosa MONTERO, "El negro", El País, 2005 5

tercera edad a las que se les dificulta su desplazamiento, por ejemplo al subir escaleras. ● Personas con alguna enfermedad que les dificulte su movilización como problemas cardíacos o respiratorios, como asma. ● Personas en silla de ruedas, a las que se les dificulta movilizarse sobre superficies irregulares, subir escalones y aceras, utilizar medios masivos de transportación, etc. ● Personas con enanismo o niños que por su corta estatura no alcanzan a accionar

allí y arrasamos (5) el pueblo. Casi estaba seguro de que su padre era aquel viejo al que le dimos su aplaque (6) cuando ya íbamos de salida, al que alguno de nosotros le descerrajó un tiro (7) en la cabeza mientras yo me echaba a su hija sobre la silla del caballo y le daba unos cuantos coscorrones (8) para que se calmara y no me siguiera mordiendo. Era una muchachita de unos catorce años, de ojos bonitos, que me dio mucha guerra y me costó buen trabajo amansarla (9). - Tengo un hijo tuyo - me

au dos, se fait bandé les yeux comme s’il allait être fusillé. Le premier enfant assis sur une chaise électrique a un visage qui exprime un fort sentiment de désarroi, il ne comprend pas ce qui lui arrive. El primer niño quien está sentado en la silla eléctrica tiene una cara que expresa un alto sentimiento de desasosiego, no comprende lo que le ocurre. La deuxième fillette qui porte une robe violette, elle se pendre telle une condamnée à mort, ce qui rappelle la pendaison pratiquée dans les

telediario” (L. 7), “he pasado el día leyendo tumbada en la cama” (L. 1) y “he comido un suculento arroz negro de mamá” (L. 3). b) Los elementos que evidencian cómo ha pasado el domingo la madre son: “mamá ha mirado la pila de ropa colosal en mi silla y ha hecho como si no la viera” (L. 2-3) 2/ La narradora termina el domingo repantiendose en el para ver el telediario. 3/ La frase que justifica este comentario de la narradora es: “las tres primeras noticias son de violencia doméstica” (L

pas longtemps et ils divorcent le 12 juin 1999. Depuis août 2004, il est marié à la productrice Virginie Silla, la belle-sœur de Vincent Perez, avec laquelle il a trois enfants. Luc Besson a cinq enfants (quatre filles et un fils nés de trois unions différentes) : Juliette, fille d'Anne Parillaud, Shanna, fille de Maïwenn Le Besco puis Thalia, Sateen et Mao, enfants de Virginie Silla. 2 Producteur et distributeur[modifier] En 2000, Luc Besson fonde sa société de production et de distribution

las piezas del puzzle. Estas personas forman una unidad, todas sonríen, parecen estar contentas. Vemos a personas de color, de origen africano, otras de origen latino o asiático. Vemos a personas minúsualidas, en el centro hay un hombre en una silla de ruedas. También vemos a una chica trisómica. Todas estas diferencias no impiden que la gente esté junta y esté a gusto. El eslogan « Por la diversidad, contra la discriminación » resume el objectivo de este folleto, su meta. Hay que unirse aun

los ojos que con la boca... Cuántas veces hemos oido a nuestra madre esta expresión? Pero a pesar de todas las advertencias, siempre nos pasamos de cantidad y acabamos con la tripa tan llena que parece que no fueses a ser capaz de levantarte de la silla nunca más. «Claro de esto que si que te gusta bien que comes eh». Uff, a lo mejor no tenía que haber pedido tanto, la próxima vez pedire menos. ¡Mentira! Al día siguiente te pasa exactamente lo mismo. Dicen que el hombre es el único animal que

aún el culo del asiento”), empieza ella insultándole agitándose y para colmo se rompe una uña mientras él sigue quedando muy pasivo delante de la tele como si las cosas entraran por una oreja y salieran por otra. Para acabar ella se sienta en una silla poniéndose llorando de rabia por la incomprensión de su marido y seguro de cansancio. Aquí entonces tenemos todos los componentes imprescindibles para una riña conyugal. En la segunda parte el marido por fin aparece en calcetines. Rosa Montero

Rompe, destroza, desgarra, grita. Porque maldita sea no lo entiende, definitivamente no lo entiende, como pueden, como osan pedirle algo así. Golpea la silla contra la pared, tira los platos contra Sam, y grita, sigue gritando, como no lo ha hecho nunca, para no llorar, allí delante de todos, que la miran como si estuviera loca. Siente que el aire ya no llega a sus pulmones, que su cabeza va a reventar, el viento quema su piel al rozarla, y mientras cae al suelo, cree que de verdad se ha vuelto