Esp Espace Et E Change
Generalmente, la inmigración es una etapa en la vida que podemos calificar de instructiva.
Salir al extranjero es una oportunidad única cuando se quiere terminar la carrera o iniciar su vida laboral. A cualquiera le ilusiona conocer a nueva gente, visitar nuevos lugares, vivir nuevas aventuras e impregnarse de nuevas culturas. Además de que el hecho de llevar mucho tiempo en un país extranjero permite también desenvolverse y expresarse con soltura en el idioma de este país. Está claro que vivir en el extranjero, ya sea para estudiar o para trabajar, es una experiencia enriquecedora e inolvidable.
Sin embrago, en ciertas circunstancias, se vive una realidad diferente de la que uno se había imaginado y muy distinta de la que había vivido antes. Estos cambios pueden desembocar a veces en una frustración causada por un choque cultural, difícil de superar.
A ciertas personas les cuesta adaptarse a la manera de vivir, de pensar, de comportarse, de comer o de vestir de la gente del país de acogida. Superar las diferencias puede resultar difícil pero provechoso cuando la persona pugna por integrarse y lo consigue.
Por ejemplo, el programa Erasmus, en el marco de un convenio europeo, permite a muchos estudiantes participar en programas de intercambio. Esta posibilidad atrae a un número cada vez mayor de estudiantes: saben que vivir en el extranjero fortalece el desarrollo personal.
La crisis y sus consecuencias son desastrosas para los jóvenes titulados que están en paro a pesar de su alto nivel de calificación de población universitaria muy cualificada. Se van a Alemania