Mujeres trabajadoras
El mensaje de Rita y la forma en que justifica su decisión de cambiar de apellido son claros y rotundos: “Ahora no siento el mismo odio, le puedo disculpar que no haya sido un padre amoroso, que no haya amado a mi mamá. Pero no le puedo perdonar que haya torturado y matado y que la haya lastimado tanto a mi vieja. No puedo perdonarle que después de torturar y matar, al volver a mi casa, nos haya tocado a mí y a mis hermanos, nos haya hecho upa o nos haya acariciado”. Tal vez como una forma de alejarse de la imagen del padre, en su adolescencia, cuando comenzó a estudiar periodismo en la Universidad de Lomas de Zamora, Rita militó en agrupaciones de izquierda.