Romance de la luna lune
Federico García Lorca (1898 - 1936)
Introducción
Romance de la Luna, Luna es una poesía narrativa en octosílabos escrita en 1928 por Federico García Lorca. Cuenta el encuentro entre un niño solo y con la Luna pura, sensual e obscena. La Luna baila para seducir a un niño gitano solo como si fuera una bailadora gitana… Lo que llama la atención en esta poesía, es la cohabitación entre un mundo gitano y un universo lunar. La Luna es criminal: se disfraza en una bailadora gitana para llevarse el niño por el cielo… Los gitanos se quedaron impotentes frente a los poderes sobrenaturales de la Luna. El universo de la Luna es una singular mezcla de maternidad, de cariño, y también de perversidad…
¿De que manera se utiliza el misterio en este poema? Vamos a analizar una dicotomía: la Luna como «muerte danzando», y después los gitanos, impotentes frente al universo lunar.
I.La Luna, muerte danzando
Al principio del poema, la Luna viene a la fragua. “Venir”, verbo de movimiento, indica que la Luna no es pasiva. Hay un movimiento de bajar del cielo a la tierra, como un ángel, pero como un mal presagio también… Mientras una subida evoca una ascensión hacia los cielos, una bajada es una metáfora por una caída, tal vez hacia el infierno sino la tierra. La Luna viene a la fragua, lugar emblemático de los gitanos, que recuerda al infierno. Sin embargo la Luna aparece como una mujer muy elegante y femenina, como si fuera un sueño. Hay una metáfora olfativa: su perfume es muy sensual. Podemos preguntarnos lo que hace una mujer en polisón de nardos en una fragua, acaso sinónimo de infierno… Misma pregunta acerca del niño mirando a la Luna… Está hipnotizado, subyugado, hechizado: la Luna se transforma en bailadora gitana muy seductora, exhibicionista, obscena y al mismo tiempo intocable por el niño puro. Hasta el aire está conmovido por la Luna, también admirativo. El aire es el cómplice de la Luna, que empieza a parecer como una luna